AGENCIAS BRUSELAS/ La Verdad
La Unión Europea ha aprobado un ambicioso conjunto de medidas para combatir el cambio climático, después de un año de intensas negociaciones, que coloca a la UE a la cabeza de la lucha contra el calentamiento global. Las medidas permitirán a la Unión cumplir antes de 2020 con sus compromisos de recortar las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en un 20%, mejorar la eficiencia energética en otro 20% y que el 20% de la energía que consume proceda de fuentes renovables.
El mayor obstáculo para lograr un compromiso ha sido convencer a los países de la ampliación de aceptar los recortes de emisiones teniendo en cuenta que sus industrias son mucho más contaminantes que las de los nuevos socios. También ha hecho falta vencer las reticencias de Italia, que amenazaba con vetar el paquete por su impacto económico en un momento de crisis.
Acuerdo histórico
El presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, ha subrayado el carácter "histórico" de la decisión del Consejo Europeo, porque "no hay un continente en el mundo que se haya dotado de reglas tan estrictas". Sarkozy asegura que los compromisos "son los mismos" salvo medidas de flexibilidad en favor de países del centro y el Este de Europa muy dependientes del carbón y que podrían sufrir consecuencias económicas negativas.
Los líderes de la UE, reunidos desde ayer en Bruselas, han llegado también a un acuerdo para destinar fondos equivalentes al 1,5% del PIB comunitario a medidas para impulsar la actividad y el empleo y dejar atrás la grave crisis económica que atraviesa Europa. Además, hoy se ha aprobado el plan acordado ayer para que Irlanda celebre un nuevo referéndum de ratificación del Tratado de Lisboa antes de noviembre de 2009 a fin de desbloquear la reforma institucional de la Unión.
La Unión Europea ha hecho asimismo un llamamiento al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, para que se sume a los acuerdos. Recordando el lema electoral de Obama ('Yes, we can!'), el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha dejado claro el mensaje europeo para EEUU: "Yes, you can!" (¡Sí, podéis!) y ha instado a Obama a acompañar a Europa por esta vía y "arrastrar al mundo hacia el esfuerzo necesario" para frenar el calentamiento global.
Un fracaso, según los ecologistas
La satisfacción de los líderes mundiales no ha sido compartida por cinco destacados grupos ecologistas que han considerado un "fracaso" el acuerdo de la UE sobre cambio climático, sobre todo porque las instalaciones más contaminantes -el sector manufacturero- recibirán casi el 95% de los derechos de emisión gratis, decisión que, han asegurado, contribuye a que no reduzcan sus gases de efecto invernadero.
Los ecologistas han criticado también que se permita a los países de la UE compensar un tercio de sus emisiones de CO2 mediante la inversión en proyectos medioambientales de fuera de la UE o que no se hayan introducido sanciones para obligar a los Estados miembros a cumplir con sus objetivos. Han lamentado asimismo que los Veintisiete cedan a las presiones de Polonia para establecer exenciones en la subasta de emisiones para las eléctricas, a pesar de que hasta ahora se habían beneficiado doblemente al subir los precios a pesar de recibir cuotas gratis.
Fuentes comunitarias han reconocido que debido a la presión que ha ejercido Francia para aprobar el plan antes de finales de año, la Eurocámara ha tenido un papel mucho más reducido que de costumbre en el proceso de decisión, de ahí que el equilibrio caiga del lado de los intereses nacionales. Las organizaciones ecologistas confían en que la semana que viene el Pleno del Parlamento Europeo rechace el texto aprobado hoy, mientras que los Veintisiete confían en que ocurra justo lo contrario y se adopte un acuerdo mundial.
El mayor obstáculo para lograr un compromiso ha sido convencer a los países de la ampliación de aceptar los recortes de emisiones teniendo en cuenta que sus industrias son mucho más contaminantes que las de los nuevos socios. También ha hecho falta vencer las reticencias de Italia, que amenazaba con vetar el paquete por su impacto económico en un momento de crisis.
Acuerdo histórico
El presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, ha subrayado el carácter "histórico" de la decisión del Consejo Europeo, porque "no hay un continente en el mundo que se haya dotado de reglas tan estrictas". Sarkozy asegura que los compromisos "son los mismos" salvo medidas de flexibilidad en favor de países del centro y el Este de Europa muy dependientes del carbón y que podrían sufrir consecuencias económicas negativas.
Los líderes de la UE, reunidos desde ayer en Bruselas, han llegado también a un acuerdo para destinar fondos equivalentes al 1,5% del PIB comunitario a medidas para impulsar la actividad y el empleo y dejar atrás la grave crisis económica que atraviesa Europa. Además, hoy se ha aprobado el plan acordado ayer para que Irlanda celebre un nuevo referéndum de ratificación del Tratado de Lisboa antes de noviembre de 2009 a fin de desbloquear la reforma institucional de la Unión.
La Unión Europea ha hecho asimismo un llamamiento al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, para que se sume a los acuerdos. Recordando el lema electoral de Obama ('Yes, we can!'), el presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha dejado claro el mensaje europeo para EEUU: "Yes, you can!" (¡Sí, podéis!) y ha instado a Obama a acompañar a Europa por esta vía y "arrastrar al mundo hacia el esfuerzo necesario" para frenar el calentamiento global.
Un fracaso, según los ecologistas
La satisfacción de los líderes mundiales no ha sido compartida por cinco destacados grupos ecologistas que han considerado un "fracaso" el acuerdo de la UE sobre cambio climático, sobre todo porque las instalaciones más contaminantes -el sector manufacturero- recibirán casi el 95% de los derechos de emisión gratis, decisión que, han asegurado, contribuye a que no reduzcan sus gases de efecto invernadero.
Los ecologistas han criticado también que se permita a los países de la UE compensar un tercio de sus emisiones de CO2 mediante la inversión en proyectos medioambientales de fuera de la UE o que no se hayan introducido sanciones para obligar a los Estados miembros a cumplir con sus objetivos. Han lamentado asimismo que los Veintisiete cedan a las presiones de Polonia para establecer exenciones en la subasta de emisiones para las eléctricas, a pesar de que hasta ahora se habían beneficiado doblemente al subir los precios a pesar de recibir cuotas gratis.
Fuentes comunitarias han reconocido que debido a la presión que ha ejercido Francia para aprobar el plan antes de finales de año, la Eurocámara ha tenido un papel mucho más reducido que de costumbre en el proceso de decisión, de ahí que el equilibrio caiga del lado de los intereses nacionales. Las organizaciones ecologistas confían en que la semana que viene el Pleno del Parlamento Europeo rechace el texto aprobado hoy, mientras que los Veintisiete confían en que ocurra justo lo contrario y se adopte un acuerdo mundial.
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