CANBERRA, 20 Ene. (Reuters/EP)
Dos pescadores birmanos sobrevivieron casi un mes en mar abierto flotando en un congelador, después de que el barco en el que viajaban se hundiese.
La nave se hundió con sus 20 tripulantes el pasado 23 de diciembre en la costa norte australiana, según informaron ayer fuentes de las autoridades marítimas de este país.
Los naúfragos, en la veintena, viajaban en un buque tailandés de apenas 12 metros de eslora, explicó la portavoz de la Autoridad de Seguridad Marítima de Australia, Tracey Jiggins. Desde entonces, comenzó una odisea "sin equipación de seguridad, sin balizas, sin formas de comunicarse" durante un total de 25 días. Su única ayuda fue un congelador, "del tamaño de una mesa", que les mantuvo a flote.
El rescate se produjo el pasado sábado, cuando les divisó la patrulla costera australiana. Un helicóptero rescató a los jóvenes y les trasladó a un hospital en la isla de Jueves, al norte del archipiélago. "Cuando subieron a bordo bebieron dos litros de agua cada uno en segundos", relató el piloto del helicóptero que les rescató, Terry Gadenne, en declaraciones a los medios locales.
A su llegada al centro médico, ambos se encontraban hambrientos y deshidratados, pero relativamente bien y previsiblemente quedarán en libertad a lo largo del día de hoy. Una vez abandonen el hospital serán interrogados por las autoridades de inmigración y la Policía, que todavía no se explica cómo obtuvieron comida y agua durante los 25 días.
También se desconoce el paradero de sus compañeros de tripulación. "La información que nos proporcionaron es que vieron a otros compañeros en el agua, y ninguno de ellos tenía un objeto para flotar", afirmó Jiggins. La investigación tratara de aclarar, asimismo, por qué y se hundió la embarcación en la que viajaban.
Dos pescadores birmanos sobrevivieron casi un mes en mar abierto flotando en un congelador, después de que el barco en el que viajaban se hundiese.
La nave se hundió con sus 20 tripulantes el pasado 23 de diciembre en la costa norte australiana, según informaron ayer fuentes de las autoridades marítimas de este país.
Los naúfragos, en la veintena, viajaban en un buque tailandés de apenas 12 metros de eslora, explicó la portavoz de la Autoridad de Seguridad Marítima de Australia, Tracey Jiggins. Desde entonces, comenzó una odisea "sin equipación de seguridad, sin balizas, sin formas de comunicarse" durante un total de 25 días. Su única ayuda fue un congelador, "del tamaño de una mesa", que les mantuvo a flote.
El rescate se produjo el pasado sábado, cuando les divisó la patrulla costera australiana. Un helicóptero rescató a los jóvenes y les trasladó a un hospital en la isla de Jueves, al norte del archipiélago. "Cuando subieron a bordo bebieron dos litros de agua cada uno en segundos", relató el piloto del helicóptero que les rescató, Terry Gadenne, en declaraciones a los medios locales.
A su llegada al centro médico, ambos se encontraban hambrientos y deshidratados, pero relativamente bien y previsiblemente quedarán en libertad a lo largo del día de hoy. Una vez abandonen el hospital serán interrogados por las autoridades de inmigración y la Policía, que todavía no se explica cómo obtuvieron comida y agua durante los 25 días.
También se desconoce el paradero de sus compañeros de tripulación. "La información que nos proporcionaron es que vieron a otros compañeros en el agua, y ninguno de ellos tenía un objeto para flotar", afirmó Jiggins. La investigación tratara de aclarar, asimismo, por qué y se hundió la embarcación en la que viajaban.
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