Es la primera de las nuevas medidas de estímulo que planea la Casa Blanca
El objetivo es impulsar la creación de empleo, pese al elevado déficit público
Obama lo anunciará este lunes, coincidiendo con el Día del Trabajo
El objetivo es impulsar la creación de empleo, pese al elevado déficit público
Obama lo anunciará este lunes, coincidiendo con el Día del Trabajo
RTVE.es
06.09.2010 - 14:16hEl presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene previsto anunciar este lunes un plan de modernización de infraestructuras que supondrá una inversión inicial de 50.000 millones de dólares (más de 38.000 millones de euros) durante los próximos seis años, dentro del nuevo paquete de medidas para impulsar la actividad económica y la creación de empleo.
Así lo ha avanzado un portavoz de la Casa Blanca a Reuters, explicando que Obama pretende trabajar junto al Congreso para implantar el programa, que también contempla la creación de un banco que captaría capital privado para financiar la construcción de infraestructuras. Otra de las posibilidades de financiación que se estudian es "eliminar las deducciones de impuestos a las compañías petroleras y de gas", según la misma fuente.
Más de 240.000 kilómetros nuevos de carreteras
Según los extractos adelantados por la Casa Blanca, esta inversión permitirá construir 241.401 kilómetros de carreteras, 6.437 de ferrocarril y cerca de 300 kilómetros de pistas de aterrizaje, además de un nuevo sistema NextGen, que mejorará el control de salidas y aterrizajes y contribuirá a reducir los tiempos de espera.
El anuncio de este programa, que tendrá lugar durante la visita del Presidente a Milwaukee con motivo del Día del Trabajo (Labour Day), forma parte del conjunto de iniciativas anunciadas la semana pasada por el propio Obama, quien a pesar del elevado déficit público que arrastra Estados Unidos, dejó claro que mantendrá las estímulos económicos para evitar una recaída de la actividad.
Un paquete de medidas contra el estancamiento
El resto de medidas se irán desgranando a lo largo de esta semana, aunque Obama ya avanzó que consistirían en rebajas de impuestos para la clase media y las pymes, impulso de la I+D, especialmente en energías renovables e infraestructuras, con el objetivo común de relanzar la creación de empleo.
Este paquete de medidas responde a la publicación, hace 10 días, del cálculo revisado del PIB de Estados Unidos en el segundo trimestre, que rebajó en ocho décimas la estimación inicial hasta el 1,6%.
Pese a que el dato era esperado, supuso la constatación de que la primera economía del mundo se ha estancado en su recuperación, pese al robusto crecimiento mostrado en el último trimestre de 2009 -un 5%- y en el primer trimestre de 2010 -del 3,7%-. De hecho, la Reserva Federal se apresuró a garantizar que inyectaría más liquidez si la economía lo requiere, estimulando la actividad mediante la política monetaria.
Crear empleo pese al déficit
La administración Obama, en este sentido, ha corregido su rumbo y, pese a que hace unas semanas el Presidente aseguraba que la reducción del déficit público era una de sus prioridades, el estancamiento que muestra la actividad le ha llevado a apostar por una política opuesta a la de los principales países europeos, que se han embarcado en una apresurada reducción del gasto público, aún a riesgo de frenar la incipiente recuperación.
Estados Unidos también arrastra un enorme déficit público, en torno al 9% de su PIB: se estima que al cierre del año fiscal, en septiembre, será de 1,33 billones de dólares, apenas 71.000 millones menos que en 2009, cuando el déficit llegó al nivel más alto desde el fin de la segunda Guerra Mundial. Esto supone el mayor déficit público del mundo en términos absolutos, superior incluso a todo el PIB de España.
Sin embargo, en noviembre se celebran elecciones legislativas en Estados Unidos -se renueva la Cámara de Representantes y un tercio del Senado- y los demócratas luchan contra el lastre que suponen para sus aspiraciones electorales los 15 millones de desempleados del país -que representan una tasa de paro del 9,6%-, por lo que Obama ha preferido dejar la corrección del déficit para otra ocasión y luchar contra el paro con la vista puesta en los comicios.
06.09.2010 - 14:16hEl presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene previsto anunciar este lunes un plan de modernización de infraestructuras que supondrá una inversión inicial de 50.000 millones de dólares (más de 38.000 millones de euros) durante los próximos seis años, dentro del nuevo paquete de medidas para impulsar la actividad económica y la creación de empleo.
Así lo ha avanzado un portavoz de la Casa Blanca a Reuters, explicando que Obama pretende trabajar junto al Congreso para implantar el programa, que también contempla la creación de un banco que captaría capital privado para financiar la construcción de infraestructuras. Otra de las posibilidades de financiación que se estudian es "eliminar las deducciones de impuestos a las compañías petroleras y de gas", según la misma fuente.
Más de 240.000 kilómetros nuevos de carreteras
Según los extractos adelantados por la Casa Blanca, esta inversión permitirá construir 241.401 kilómetros de carreteras, 6.437 de ferrocarril y cerca de 300 kilómetros de pistas de aterrizaje, además de un nuevo sistema NextGen, que mejorará el control de salidas y aterrizajes y contribuirá a reducir los tiempos de espera.
El anuncio de este programa, que tendrá lugar durante la visita del Presidente a Milwaukee con motivo del Día del Trabajo (Labour Day), forma parte del conjunto de iniciativas anunciadas la semana pasada por el propio Obama, quien a pesar del elevado déficit público que arrastra Estados Unidos, dejó claro que mantendrá las estímulos económicos para evitar una recaída de la actividad.
Un paquete de medidas contra el estancamiento
El resto de medidas se irán desgranando a lo largo de esta semana, aunque Obama ya avanzó que consistirían en rebajas de impuestos para la clase media y las pymes, impulso de la I+D, especialmente en energías renovables e infraestructuras, con el objetivo común de relanzar la creación de empleo.
Este paquete de medidas responde a la publicación, hace 10 días, del cálculo revisado del PIB de Estados Unidos en el segundo trimestre, que rebajó en ocho décimas la estimación inicial hasta el 1,6%.
Pese a que el dato era esperado, supuso la constatación de que la primera economía del mundo se ha estancado en su recuperación, pese al robusto crecimiento mostrado en el último trimestre de 2009 -un 5%- y en el primer trimestre de 2010 -del 3,7%-. De hecho, la Reserva Federal se apresuró a garantizar que inyectaría más liquidez si la economía lo requiere, estimulando la actividad mediante la política monetaria.
Crear empleo pese al déficit
La administración Obama, en este sentido, ha corregido su rumbo y, pese a que hace unas semanas el Presidente aseguraba que la reducción del déficit público era una de sus prioridades, el estancamiento que muestra la actividad le ha llevado a apostar por una política opuesta a la de los principales países europeos, que se han embarcado en una apresurada reducción del gasto público, aún a riesgo de frenar la incipiente recuperación.
Estados Unidos también arrastra un enorme déficit público, en torno al 9% de su PIB: se estima que al cierre del año fiscal, en septiembre, será de 1,33 billones de dólares, apenas 71.000 millones menos que en 2009, cuando el déficit llegó al nivel más alto desde el fin de la segunda Guerra Mundial. Esto supone el mayor déficit público del mundo en términos absolutos, superior incluso a todo el PIB de España.
Sin embargo, en noviembre se celebran elecciones legislativas en Estados Unidos -se renueva la Cámara de Representantes y un tercio del Senado- y los demócratas luchan contra el lastre que suponen para sus aspiraciones electorales los 15 millones de desempleados del país -que representan una tasa de paro del 9,6%-, por lo que Obama ha preferido dejar la corrección del déficit para otra ocasión y luchar contra el paro con la vista puesta en los comicios.
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