Militantes y simpatizantes elegirán al candidato presidencial
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA - París - 03/10/2009
ANTONIO JIMÉNEZ BARCA - París - 03/10/2009
Los militantes socialistas franceses aceptan el envite de su dirección y dan su consentimiento para que el futuro líder del socialismo francés, esto es, la persona que se enfrentará al actual presidente de la República, Nicolas Sarkozy, en las elecciones de 2012, salga de unas primarias a la estadounidense. Martine Aubry, primera secretaria del Partido Socialista (PS) francés, había convocado el jueves a todos los militantes con carné del partido para que votaran a favor o en contra de este tipo de primarias. Los resultados se supieron ayer y el 70% estuvo a favor.
De esta manera, el futuro dirigente del PS francés saldrá de unas elecciones primarias en las que no sólo decidirán los militantes socialistas: también tendrán derecho a votar los simpatizantes de izquierda, sin necesidad de estar afiliados al PS.
La primera secretaria del PS, tras saberse los resultados de la consulta, calificó sus efectos de "pequeña revolución" y aseguró que se sentía "muy orgullosa" de los militantes de su partido porque "habían dado una lección de democracia a Francia".
La participación (un 47%) ha sido más bien escasa. De 200.000 militantes convocados a las urnas, se acercaron a votar sólo 90.000. Pero el hecho de que hayan respaldado mayoritariamente la propuesta presentada por Aubry, que lleva un tormentoso año al frente de un PS dividido, desmoralizado y derrotado en las elecciones europeas de junio, refuerza su gestión al frente del partido. Un voto contrario habría resultado, simplemente, demoledor para su siempre cuestionado liderazgo.
Hace un mes, en la Universidad de Verano del PS de La Rochelle, Aubry preguntó a los cientos de asistentes que la escuchaban: "¿Queréis renovación? ¿Sí? Pues la vais a tener".
El primer paso para eso consistía, tal y como pedían muchos dirigentes socialistas, en aprobar unas primarias "abiertas", que convocaran a muchos seguidores de la izquierda, para elegir un líder incuestionable.
La primera secretaria del PS, tras saberse los resultados de la consulta, calificó sus efectos de "pequeña revolución" y aseguró que se sentía "muy orgullosa" de los militantes de su partido porque "habían dado una lección de democracia a Francia".
La participación (un 47%) ha sido más bien escasa. De 200.000 militantes convocados a las urnas, se acercaron a votar sólo 90.000. Pero el hecho de que hayan respaldado mayoritariamente la propuesta presentada por Aubry, que lleva un tormentoso año al frente de un PS dividido, desmoralizado y derrotado en las elecciones europeas de junio, refuerza su gestión al frente del partido. Un voto contrario habría resultado, simplemente, demoledor para su siempre cuestionado liderazgo.
Hace un mes, en la Universidad de Verano del PS de La Rochelle, Aubry preguntó a los cientos de asistentes que la escuchaban: "¿Queréis renovación? ¿Sí? Pues la vais a tener".
El primer paso para eso consistía, tal y como pedían muchos dirigentes socialistas, en aprobar unas primarias "abiertas", que convocaran a muchos seguidores de la izquierda, para elegir un líder incuestionable.
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