MADRID, 21 May. (EUROPA PRESS)
El cardenal arzobispo de Armagh, monseñor Sean Brady, máxima autoridad católica en Irlanda, ha pedido perdón y dijo sentirse "avergonzado" tras conocer el informe publicado ayer y en el que se acusaba a centros católicos de haber cometido abusos contra menores.
"La publicación del informe arroja luz en un oscuro periodo del pasado. Es bienvenido y un importante paso para lograr la verdad, hacer justicia a las víctimas y asegurar que estos abusos no vuelvan a suceder", añadió Brady en un comunicado.
En su opinión, la investigación saca a la luz "el gran error y daño cometido hacia los niños más vulnerables de nuestra sociedad". "Muestra un vergonzoso catálogo de crueldad: abusos psícológicos, físicos y sexuales", lamentó.
Finalmente, Brady mostró su deseo de que la publicación presentada "ayude a cicatrizar las heridas de las víctimas y a reconducir los errores del pasado". "La Iglesia Católica seguirá haciendo todo lo que sea necesario para hacer de la Iglesia un lugar seguro, vivo y feliz".
Por su parte, el arzobispo de Dublin, monseñor Diarmuid Martin, recogió las palabras del purpurado irlandés y reiteró su rechazo a todo lo ocurrido en el pasado y su compromiso "en un futuro muy diferente".
El cardenal arzobispo de Armagh, monseñor Sean Brady, máxima autoridad católica en Irlanda, ha pedido perdón y dijo sentirse "avergonzado" tras conocer el informe publicado ayer y en el que se acusaba a centros católicos de haber cometido abusos contra menores.
"La publicación del informe arroja luz en un oscuro periodo del pasado. Es bienvenido y un importante paso para lograr la verdad, hacer justicia a las víctimas y asegurar que estos abusos no vuelvan a suceder", añadió Brady en un comunicado.
En su opinión, la investigación saca a la luz "el gran error y daño cometido hacia los niños más vulnerables de nuestra sociedad". "Muestra un vergonzoso catálogo de crueldad: abusos psícológicos, físicos y sexuales", lamentó.
Finalmente, Brady mostró su deseo de que la publicación presentada "ayude a cicatrizar las heridas de las víctimas y a reconducir los errores del pasado". "La Iglesia Católica seguirá haciendo todo lo que sea necesario para hacer de la Iglesia un lugar seguro, vivo y feliz".
Por su parte, el arzobispo de Dublin, monseñor Diarmuid Martin, recogió las palabras del purpurado irlandés y reiteró su rechazo a todo lo ocurrido en el pasado y su compromiso "en un futuro muy diferente".
No hay comentarios:
Publicar un comentario