Hasta el último momento en que el encargado de la subasta golpeara con su martillo el atril y cerrara la venta, hubo polémica respecto a esos modestos bienes del pacifista indio
EFE 06-03-2009/ Cadena Ser
EFE 06-03-2009/ Cadena Ser
Unas sandalias, un cuenco y un plato, un reloj de bolsillo y las gafas del pacifista Mahatma Gandhi fueron vendidos este jueves en Nueva York por un total de 1,8 millones de dólares -casi un millón y medio de euros-, aunque inicialmente habían sido valorados entre 20.000 y 30.000 dólares.
"1,8 millones de dólares. Ese ha sido el precio de martillo" de los artículos subastados de Gandhi, dijo una representante de la casa de subastas en Manhattan sobre esta venta pública que causó polémica en India, por considerar esos objetos como patrimonio nacional.
"El comprador ha sido B.J. Malaya, un empresario indio que pretende exponer al público estos objetos", dijo Jonathan Freedman, representante del coleccionista James Otis.
Las únicas posesiones materiales de Gandhi
La venta de estos artículos personales de Gandhi, prácticamente las únicas posesiones materiales del padre de la patria india, se ha visto rodeada por la polémica desde su anuncio a principios de febrero por parte de la oficina neoyorquina de la casa de subastas suiza.
Hasta el último momento en que el encargado de la subasta golpeara con su martillo el atril y cerrara la venta, hubo polémica respecto a esos modestos bienes del pacifista indio, pues el coleccionista intentó retirarlos de la venta.
Freedman explicó que "Otis presentó una solicitud formal a Antiquorum para retirar los objetos de la subasta, ya que en ningún momento fue su intención causar tanta polémica y la subasta ya no conservaba la esencia del mensaje que Gandhi defendió".
Otis, según su representante, "no desea ahora hacer ningún comentario, pero seguramente enviará un comunicado en el que explique las inquietudes de todas las partes involucradas, por qué el Gobierno de India pretendía que un requerimiento judicial frenara la subasta, ya que quería recuperar los objetos".
Gran polémica
El lote comprado por Malaya, incluía además de las famosas gafas metálicas redondas, un cuenco y su plato que llevan una inscripción, así como unas sandalias de piel usadas y un reloj de bolsillo, además de varias imágenes de Gandhi.
El director de Antiquorum en Nueva York, Julian Schaerer, señaló antes de la venta que era "una buena oportunidad para que alguien adquiera estos objetos y los ceda a un museo o al pueblo de India".
Esta misma semana el Tribunal Superior de Nueva Delhi dictó una orden para intentar paralizar la venta del lote de objetos, que sin embargo no se ha conseguido.
En 1996, un tribunal indio dictó una orden similar con la que se paró la subasta de unos manuscritos de Gandhi en Londres.
Las pertenencias de Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948) llegaron a Otis después de pasar por otras subastas, desde que el líder político indio se las diera a su nieta Abha Gandhi.
La importancia del tiempo para Gandhi
El reloj de bolsillo, que Gandhi siempre llevaba colgado de sus ropajes blancos, es de la marca Zenith, y data de 1910. La hora que se ve en la foto distribuida por Antiquorum marca las 10:10.
Ese reloj, con sus números dorados casi desgastados y al que faltan las manecillas de los segundos y de la alarma, representaba para el pacifista indio nacido en Porbandar, "su preocupación por el tiempo y con ser puntual. Siempre lo llevaba en su bolsillo. Se lo dio en la década de los cuarenta a su nieta Abha Gandhi, que fue su asistente por seis años y en cuyos brazos murió", dijeron los expertos de Antiquorum.
A cambio, unas sandalias
Las humildes sandalias de cuero vendidas a ese millonario precio en el lote fueron, al parecer, entregadas por el mismo Gandhi a un militar británico en 1931 en Aden, durante un viaje desde Bombay a Londres.
Según la firma, "el oficial británico tomó fotos de Gandhi en Aden antes de asistir a una ronda de negociaciones sobre la independencia de India, y a cambio él le dio sus sandalias".
En cuanto a otras dos de las piezas que tanta polémica han suscitado en India, como el plato y el cuenco, en los que Gandhi comía, fueron también un regalo a su nieta Abha en la década de los cuarenta del pasado siglo.
"Van acompañados de cartas de autenticidad de Ghita Mehta, la hija de Abha y de quien los heredó a su muerte", dijeron los expertos.
La visión de la India
Un par de las míticas gafas metálicas y redondeadas, con su estuche de cuero negro, que usaba el pacifista que inspiró a otros activistas, como el estadounidense Martin Luther King (1929-1968), varias décadas después, se cree que fueron un regalo al príncipe y militar indio Shiri Diwan Nawab, probablemente en los años treinta.
"Al parecer le consultó a Gandhi para inspirarse, y él le entregó sus gafas, diciéndole que esos eran los ojos que le habían dado su visión de la India", señala Antiquorum en su catálogo.
El nuevo propietario de esos lentes ha obtenido también la carta de autenticidad firmada por uno de los descendientes del líder indio, el coronel Talatsahid Khan Babi y por el doctor Lester Kurtz.
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"El comprador ha sido B.J. Malaya, un empresario indio que pretende exponer al público estos objetos", dijo Jonathan Freedman, representante del coleccionista James Otis.
Las únicas posesiones materiales de Gandhi
La venta de estos artículos personales de Gandhi, prácticamente las únicas posesiones materiales del padre de la patria india, se ha visto rodeada por la polémica desde su anuncio a principios de febrero por parte de la oficina neoyorquina de la casa de subastas suiza.
Hasta el último momento en que el encargado de la subasta golpeara con su martillo el atril y cerrara la venta, hubo polémica respecto a esos modestos bienes del pacifista indio, pues el coleccionista intentó retirarlos de la venta.
Freedman explicó que "Otis presentó una solicitud formal a Antiquorum para retirar los objetos de la subasta, ya que en ningún momento fue su intención causar tanta polémica y la subasta ya no conservaba la esencia del mensaje que Gandhi defendió".
Otis, según su representante, "no desea ahora hacer ningún comentario, pero seguramente enviará un comunicado en el que explique las inquietudes de todas las partes involucradas, por qué el Gobierno de India pretendía que un requerimiento judicial frenara la subasta, ya que quería recuperar los objetos".
Gran polémica
El lote comprado por Malaya, incluía además de las famosas gafas metálicas redondas, un cuenco y su plato que llevan una inscripción, así como unas sandalias de piel usadas y un reloj de bolsillo, además de varias imágenes de Gandhi.
El director de Antiquorum en Nueva York, Julian Schaerer, señaló antes de la venta que era "una buena oportunidad para que alguien adquiera estos objetos y los ceda a un museo o al pueblo de India".
Esta misma semana el Tribunal Superior de Nueva Delhi dictó una orden para intentar paralizar la venta del lote de objetos, que sin embargo no se ha conseguido.
En 1996, un tribunal indio dictó una orden similar con la que se paró la subasta de unos manuscritos de Gandhi en Londres.
Las pertenencias de Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948) llegaron a Otis después de pasar por otras subastas, desde que el líder político indio se las diera a su nieta Abha Gandhi.
La importancia del tiempo para Gandhi
El reloj de bolsillo, que Gandhi siempre llevaba colgado de sus ropajes blancos, es de la marca Zenith, y data de 1910. La hora que se ve en la foto distribuida por Antiquorum marca las 10:10.
Ese reloj, con sus números dorados casi desgastados y al que faltan las manecillas de los segundos y de la alarma, representaba para el pacifista indio nacido en Porbandar, "su preocupación por el tiempo y con ser puntual. Siempre lo llevaba en su bolsillo. Se lo dio en la década de los cuarenta a su nieta Abha Gandhi, que fue su asistente por seis años y en cuyos brazos murió", dijeron los expertos de Antiquorum.
A cambio, unas sandalias
Las humildes sandalias de cuero vendidas a ese millonario precio en el lote fueron, al parecer, entregadas por el mismo Gandhi a un militar británico en 1931 en Aden, durante un viaje desde Bombay a Londres.
Según la firma, "el oficial británico tomó fotos de Gandhi en Aden antes de asistir a una ronda de negociaciones sobre la independencia de India, y a cambio él le dio sus sandalias".
En cuanto a otras dos de las piezas que tanta polémica han suscitado en India, como el plato y el cuenco, en los que Gandhi comía, fueron también un regalo a su nieta Abha en la década de los cuarenta del pasado siglo.
"Van acompañados de cartas de autenticidad de Ghita Mehta, la hija de Abha y de quien los heredó a su muerte", dijeron los expertos.
La visión de la India
Un par de las míticas gafas metálicas y redondeadas, con su estuche de cuero negro, que usaba el pacifista que inspiró a otros activistas, como el estadounidense Martin Luther King (1929-1968), varias décadas después, se cree que fueron un regalo al príncipe y militar indio Shiri Diwan Nawab, probablemente en los años treinta.
"Al parecer le consultó a Gandhi para inspirarse, y él le entregó sus gafas, diciéndole que esos eran los ojos que le habían dado su visión de la India", señala Antiquorum en su catálogo.
El nuevo propietario de esos lentes ha obtenido también la carta de autenticidad firmada por uno de los descendientes del líder indio, el coronel Talatsahid Khan Babi y por el doctor Lester Kurtz.
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